La primera reunión de la comisión académica del Comité de Expertos de Randstad Research analizó la coyuntura laboral española y las perspectivas de creación de empleo en el presente año 2016.
Hubo consenso sobre el hecho de que la revisión a la baja del crecimiento del PIB tiene implicaciones en el empleo. Así, la desaceleración que está experimentando la creación de empleo en el último semestre va a mantenerse a lo largo de 2016, por lo que en el presente año no alcanzaremos una cifra de crecimiento de la ocupación equiparable a la del pasado año, sino que es más realista pensar en un crecimiento en el entorno de un 2,5%, lo que supone un incremento en la horquilla de 400 a 450 mil ocupados.
Se constató que el año 2015 había sido excepcional en lo que a la evolución del mercado de trabajo se refiere, debido a una confluencia de factores coyunturales de signo positivo, que no se está replicando en este ejercicio. En este sentido se hizo hincapié en la elevada volatilidad cíclica del empleo en España, y en cómo la atenuación de numerosos elementos coyunturales no hace pensar que en 2016 la evolución que finalmente tenga la creación de empleo vaya a salir de la horquilla referida por la banda superior.
Por sectores, el empleo en el sector servicios ha recuperado prácticamente los niveles previos al inicio de la crisis. La industria afronta numerosas incertidumbres –como pueden ser la crisis en China o la evolución del precio del petróleo- y las expectativas a corto y medio plazo no hacen esperar grandes creaciones de empleo en este sector, ya que, además de dichos factores, persiste una tendencia generalizada en Europa occidental a una progresiva desindustrialización, por la cual dicho sector pierde peso en el PIB y el empleo con respecto a los demás sectores. Por otra parte, la construcción está experimentando crecimientos de empleo, pero la obra pública no está teniendo un buen ejercicio y esto puede condicionar la evolución a corto plazo del sector. En lo que se refiere al empleo en el sector público, se espera un freno al crecimiento que ha experimentado en los últimos trimestres.
En cuanto a la evolución prevista de los salarios en 2016, y ante la pregunta de si los incrementos salariales pactados van a poder venir acompañados de incrementos de productividad suficientes, se constató que de momento el crecimiento de los costes laborales unitarios está evolucionando de manera controlada y no es un elemento de preocupación.
En materia de desempleo, y pese a las importantes reducciones experimentadas por dicha variable en los últimos dos años, hubo un claro consenso sobre el elevado nivel del desempleo estructural en la economía española, aunque se valoró como posible el que las tasas de paro bajen del 20% ya en el presente año 2016.